La expansión tisular es habitual en la reconstrucción mamaria post-mastectomía. Aunque tiene otros muchos usos como la reparación de lesiones cutáneas congénitas, en determinados procedimientos estéticos o tras un accidente o una cirugía.
Es muy común recurrir a este método en los casos de reconstrucción mamaria cuando no hay suficiente piel para colocar un implante. Con este sistema se consigue restaurar la apariencia de la mama de una forma más natural.
Se suele emplear también para reparar o reemplazar áreas de scalp (cabeza y cuello) o tejido perdido de otras partes del cuerpo. Generalmente produce excelentes resultados en la reconstrucción de algunas áreas de cara y cuello, mano, brazos y piernas.
La zona más difícil de tratar con esta técnica es la espalda, al igual que otras áreas donde la piel es gruesa. Si el área que hay que distender está muy dañada o presenta cicatrices, la expansión no es una buena opción, ya que el primer requerimiento es utilizar piel sana.