La liposucción facial es un proceso de cirugía estética que se emplea para conseguir un rostro más estilizado. Se basa principalmente en la eliminación de grasa en mejillas, mentón, cuello y papada.
Hay personas que presentan un grado de obesidad moderado y éste, por diversos motivos, se manifiesta de forma pronunciada en cara y cuello. En la aparición de este exceso de grasa, la edad también puede influir o incluso la pérdida de peso, en cuyo caso la piel se pliega y condiciona el aspecto del rostro al estar marcado por la flacidez.
En muchas ocasiones la extracción de grasa del rostro a través de una liposucción se acompaña de un lifting.
Con la liposucción conseguimos disminuir el volumen del óvalo facial, mientras que con el lifting tensamos la piel, evitamos la flacidez y obtenemos una apariencia más fresca y rejuvenecida.
Ambas técnicas se pueden combinar de forma conjunta en una misma intervención.
Las intervenciones estéticas son también muy habituales en los hombres. En el caso del rostro la liposucción facial es común especialmente en varones con sobrepeso o que presentan papada.
El cirujano plástico realizará las modificaciones en el rostro masculino respetando las facciones características de este rostro. Los rasgos de los hombres se caracterizan por una mandíbula rectangular, pómulos marcados y mentón grande. Estas peculiaridades se tendrán en cuenta a la hora de practicar una liposucción facial.
La liposucción facial suele practicarse en personas que quieren modificar el aspecto exterior de su cara.
Los candidatos para esta intervención pueden ser aquéllos que con el paso de los años han acumulado grasa en la zona de la papada. O también personas jóvenes que presentan una cara con más grasa al estar por encima de su peso normal.
Además quienes deseen someterse a cualquier operación estética han de gozar de un buen estado de salud y tener clara sus expectativas.